martes, 27 de noviembre de 2007

Los orígenes de nuestro barrio en la revista “Rosario. Su historia”

En su edición número 58, de noviembre de 2007, la prestigiosa revista “Rosario. Su historia” publicó un artículo sobre nuestro barrio. Con la firma del historiador Ernesto Ciunne y bajo el título “El barrio Nuestra Señora de Lourdes”, la nota se remonta a los orígenes de esta porción de Rosario. También transcribe el texto de la Ordenanza número 8.174, aprobada en mayo de 2007, mediante la cual se pone nombre a nuestro barrio. A continuación, reproducimos el artículo y –por cierto– recomendamos calurosamente la lectura de la revista “Rosario. Su historia”, por el valioso aporte a la identidad rosarina, que se hace a través de sus páginas. Nos permitimos ilustrar el texto con una imagen de nuestro archivo. Por cierto, la nota es también una invitación a que usted, lector, se anime y nos cuente alguna historia del barrio.

LA H1STOR1A EN LA NOMENCLATURA

Por Ernesto A Ciunne* I

El barrio Nuestra Señora de Lourdes

Monseñor Juan Agustín Boneo, administrador apostólico del arzobispado de Buenos Aires y jefe de la Iglesia en la Argentina desde noviembre de 1924, no descuidó a 10 largo de su gobierno la organización ec1esia1 en los distintos barrios de la ciudad de Rosario ni mucho menos de las poblaciones rurales.
Por indicación del vicario general de Rosario, monseñor Olaizo1a, procedió, el 3 de marzo de 1927, a erigir cuatro nuevas parroquias en esta ciudad: Nuestra Señora de Lourdes, María Auxi1iadora, San Francisco Solano e Inmaculado Corazón de María.
Monseñor Olaizo1a, conocedor del crecimiento de la urbe y de los tiempos tan difici1es, a 10 largo de un año de gobierno, impulsó la creación de las cuatro parroquias. Bien pronto a través de ellas se logra no sólo la asistencia espiritual, sino también en los campos de la educación, la asistencia caritatiiva y social, la atención a los ancianos y los enfermos. El servicio a los pobres durante esos años de llegada de los inmigrantes y de una profunda crisis económica y la c;onso1idación de los lugares donde se asentaron en las grandes ciudades fue notable, ejemplo de ello puede tratarse en la historia de los barrios de nuestra ciudad. (Barrio Belgrano, Barrios Azcuénaga, Barrio La Guardia, entre otros).
Corrían los años de la década de 1870, Rosario tenía alrededor de 25.000 habitantes, tranvías arrastrados por caballos, alumbrado a queroseno en los suburbios y faroles a gas en el centro. La ciudad se comunicaba con Buenos Aires por telégrafo, los ingleses jugaban al críquet en la Plaza López o viajaban en los trenes del Central Argentino hasta Córdoba.
En una ciudad en constante crecimiento se hacía necesario un plan de organización urbanística. El 13 de junio de 1873 se dicta una ordenanza que organiza a Rosario en cuatro secciones claramente delineadas: ciudad, extramuros, suburbios y bajo. Por la norma se crean también tres aldeas: Saladillo, San Francisquito y Ludueña, con el propósito de planificar el trazado urbano.
Las cuatro secciones limitaban por la llamada ronda de bulevares. Como ejemplo cabe citar que los extramuros estaban por fuera de la ronda avenida Francia y bulevar 27 de Febrero.
Para nuestro trabajo nos interesa la primera ronda formada por los bulevares Oroño y Pellegrini (entonces bulevar Santafesino). Bien pronto el bulevar Argentino (hoy Oroño) se constituyó en el límite oeste del centro y lugar obligado para que las grandes familias rosarinas enriquecidas con el negocio inmobiliario, el cereal, el puerto y los negocios de exportación e importación establecieran sus grandes mansiones que, de acuerdo con los cánones arquitectónicos de la época, debían ser de estilo francés.
Durante el año 1901 el progresista intendente Luis Lamas creó, no sin la oposición de los magnates de la especulación inmobiliaria, el Parque Independencia.
El Parque no tardó en convertirse en cita obligada de la sociedad rosarina, lugar de los más variados festejos y sede de instituciones deportivas.
Detrás del bulevar Timbués (hoy avenida Francia) la Compañía Echesortu y Casas había loteado en varías etapas todo un sector del oeste, el límite este de la urbanización lo constituyeron la calle Vera Mujica y con más precisión la vías del Ferrocarril Central Argentino. Encerrado por estos límites: Calle· Córdoba bulevar Oroño avenida Pellegrini Vera Mujica, quedó un sector donde se fueron instalando talleres y depósitos municipales, la Unidad Carcelaria, los depósitos de las Empresas de Tranvías y oficinas sobre la calle Plata (hoy Ovidio Lagos). En la zona se instalaron industrias menores, varios clubes, el recordado cine Cervantes (San Juan al 2400) y escuelas muy importantes. Algunos tramos de vías del tranvía, calles con adoquines y casa como las del Pasaje Monroe, son testigos de la historia del barrio.
Como señalamos al principio de nuestro trabajo el 3 de marzo de 1927 se erigió la parroquia Nuestra Señora de Lourdes estando integrada su comisión por los señores: Luis P. Suárez, Luis Pinasco, Alfredo J.Rouillon, Pedro J. Alcacer, y Benjamín Rodríguez de la Torre, entro otros.

* Conservador de Museos. E-mail: ernestociunne@hotmail.com

viernes, 19 de octubre de 2007

Soy de Lourdes. El porqué de un nombre

Por Osvaldo Miatello, vicepresidente primero del Concejo Municipal


Podemos decir con alegría que nuestro barrio ya tiene nombre: “Nuestra Señora de Lourdes”. Y no es poco, si pensamos que vecinos de otras zonas decían con orgullo: “Yo soy de Echesortu” o “nací y me crié en Alberdi”. Uno, con cierta modestia, se identificaba como de tal o cual calle y, para más precisiones, decía "cerca del Parque" o "antes de Echesortu". Luego, cierta modernidad nos identificó como parte del “Macrocentro”.

De ahí que nos pareció importante ponerle nombre a nuestro barrio, ya que además de contribuir a una mejor identificación, la denominación apunta a fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia con esta zona, con tradición propia e instituciones representativas. Y, tal vez una de las más importantes –por su antigüedad y por la vida social y solidaria que generó– es la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes.

Así lo señalaron historiadores y vecinos consultados, lo que nos permitió pensar que Barrio Nuestra Señora de Lourdes es un nombre representativo de este territorio, cuyos límites son calle Córdoba, bulevar Oroño, avenida Pellegrini y calle Vera Mujica. Por tal motivo, presenté un proyecto en el Concejo Municipal para que se aprobara esa denominación, y tuve la adhesión de todos mis pares. Fue así como la Comisión de Nomenclatura del cuerpo dio despacho favorable y el pleno de los concejales, en Sesión Ordinaria del jueves 24 de mayo, sancionó la Ordenanza N° 8.174, que establece el nombre de Nuestra Señora de Lourdes a nuestro barrio.Esta nueva etapa abre la posibilidad de fortalecer nuestros vínculos, de compartir nuestras expectativas, expresar nuestras demandas o quejas. Todo en beneficio de la calidad de vida y la convivencia. Por eso, lanzamos blog y esperamos sea un espacio de encuentro, para compartir información sobre la vida comercial, social, cultural y deportiva del Barrio Nuestra Señora de Lourdes. Esperamos su participación: cuéntenos una historias de “antes”, envíe una crónica deportiva del club, o la foto de su comercio o de su familia, la queja y la propuesta.

Un poco de historia

Corría 1927, cuando se erigió la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en calle Santiago entre Mendoza y San Juan, alrededor de la cual se fueron congregando numerosas familias, y como consecuencia de ello, diversas actividades sociales de los vecinos que se radicaban. Fue la parroquia protagonista del quehacer de la zona, de la expresión de las necesidades de sus habitantes, colaborando en tareas sociales, de ayuda a los pobres y atención a los enfermos.

Por esos años, el Bulevar Santafesino, hoy Nicasio Oroño, era una especie de límite oeste del centro y lugar obligado para que las grandes familias rosarinas enriquecidas, con el negocio inmobiliario y las actividades de exportación e importación, establecieron sus residencias, en cuya arquitectura predominaba el estilo francés.

Y, hacia el oeste del bulevar fue creciendo un barrio muy especial, instalándose talleres y depósitos municipales, la unidad carcelaria, los depósitos de empresas de tranvías y oficinas sobre calle Plata (hoy Ovidio Lagos), industrias menores, varios clubes y cines, entre ellos, el Cervantes –luego llamado Cine Roxy– en San Juan al 2400 cuya sala funcionó entre 1930 y 1961, y el Cine Alvear, en la esquina de esa calle y Córdoba, que –con un traslado en su historia– funcionó entre 1926 y 1967.

Sus instituciones, sus fábricas, sus clubes y sus cines, y algunos tramos de vías de tranvía, calles con adoquines y la belleza del Pasaje Argentino (ex Monroe), son algunos testigos de la historia del barrio. Lugares como la parroquia, junto a otras entidades como la Escuela Nº 83 “Juan Arzeno”, el Colegio Dante Alighieri, el Club Horizonte, dieron vida social, cultural, educativa y de conjunto a este barrio de Rosario, al que se lo solía denominar “macrocentro”. Por ello, hoy con orgullo y con un sentido colectivo de pertenencia, y como un modo de honrar su historia, reconocer a su gente, y apostando a su crecimiento, podemos decir que nuestro barrio tiene su nombre: Nuestra Señora de Lourdes.